03 julio 2010

MoB Powa Chronicles I

El Rey de los ladrones

“¡Maldición! ¿Qué diablos era eso?” pensaba mientras corría por los tejados de la ciudad arenosa de Morroc. Había salido huyendo a toda prisa del callejón oscuro donde solía dormir pues un monstruo estaba cerca y él no estaba armado... su única defensa era huir y así lo hizo.

Huérfano desde los siete años, su casa, una caja vieja y azul, su vida, la calle, y su oficio, robar para sobrevivir, solía deambular por la ciudad con ánimos felinos: en las sombras, por los tejados, acosando, aprovechando cada descuido y en cada rincón, cazando...

Pasaron una o dos horas y volvió a su callejón, parecía seguro ahora, pero por si cualquier cosa tomó una roca del suelo y la sostuvo sobre su cabeza mientras avanzaba hacia las penumbras. “No pasa nada, tranquilo, fuera lo que fuera, ya se fue -se tranquilizaba a sí mismo- ya pasó todo, ya pasó...”. Se escucha el grito de un animal, un chirrido, tres pares de patas se abalanzan contra Fureimes y lo tumban al suelo
-¡Ayuda! –grita-. ¡Por favor!
Está desesperado.
-¡Alguien!
No puede luchar más...

-¡Dispara, ahora! -oyó a alguien gritar justo antes de que una flecha se llevara al insecto gigante de sobre él, no sabe qué pasó, alcanza a vislumbrar al insecto ladrón, ahora muerto boca arriba, y pierde el conocimiento.

Cuando vuelve en sí está en una banca en una plaza con una fuente junto a un río y cuatro siluetas sentadas alrededor de una quinta, no alcanza a ver exactamente quiénes o qué son, pero nunca fue muy sociable, así que se esconde bajo tierra.

-¡Ah caray! ¿Y el pequeñuelo que estaba inconsciente en esa banca?
-No lo sé... estaba ahí hace un segundo.
-Diego, sácalo de su escondite.
Entonces Fureimes salió disparado a la superficie, tenía frente a él a un hombre con capa azul y una corona, el cual tenía a su alrededor volando un haz de luz naranja, lo habían revelado como por arte de... de magia.
-¿Así es como nos pagas que te salváramos? ¿Escondiéndote de nosotros?
-Cálmate, Niko, mira, súbete a tu Peco y date una vuelta ¿no? Órale... ¡Sáquese a pasear!
-¡Niko!¡Manu! Cálmense. ¿Por qué te escondes? Si quisiéramos hacerte daño ya lo habríamos hecho -le dice a Fureimes la figura a la cual rodean las demás.
-Ten esto- dice Diego, el hechicero que rodea el haz de luz anaranjada, mientras le entrega a Fureimes una bolsa de cuero más grande que su cabeza.
-¿Qué es?- dice Fureimes mientras agarra y abre la bolsa.
-Tu equipo- le aclara la figura de en medio-. Estás algo desprotegido.
Fureimes saca de la bolsa una daga larga y pesada que se enfunda en el cinturón, una capa ligera que se pone de inmediato y se calza un par de botas azules...
-Gracias... pero... ¿a cambio de qué me dan este equipo?
-Ya lo verás luego. Mientras... ¿dónde está Zopi? Maldito payaso, siempre llega tarde a todos lados.
-Ya llegará, Escoop- intenta tranquilizarlo un tipo con un halcón sobrevolándole la cabeza.
-No hay tiempo para esto, daré una llamada de emergencia.
Un aura blanca rodeó a Escoop unos instantes y luego apareció ante él una persona de aspecto bufonesco, con un violín y una manzana en la cabeza.
-Ya era hora, Zopi, tenemos prisa... ¿cuál es tu excusa?- regaña Niko.
-Weeey... es que estaba en Prontera tocando música para damas y caballeros que se acercaran... más a las damas que a los caballeros... y a algunas damas otro tipo de tocada que...
-Zopi, ya basta, dinos la verdad -se desespera Diego.
-Estaba durmiendo en el campo... con un Poring de almohada- corrige Zopi.
-Bueno... yo ya cumplí hoy, me voy a mi casa... fue un placer salvarte, Fureimes, nos vemos, guapetones.
-Adiós Pume- se despiden Manu y Escoop.
-No puede ser tanta ridiculez, Zopi, al menos avisa que...
-¡Oigan! -interrumpe Fureimes-, ehmm... ¿quiénes diablos son ustedes?
Se hace escuchar una sonora risa general y Escoop se prepara para aclarar cuando Zopi interrumpe:
-Yo soy Zopi, ministro y músico... ¡no payaso!, él es Diego, hechicero; ése que está montado en el pollo es Niko, paladin y tanque, el de más allá sacándose los mocos es Manu, nuestro profesor, y ese que me regaña con vestimenta graciosa se llama Escoop, nuestro sumo sacerdote... ¿alguna duda?
-¿Qué es tanque?- pregunta intrigado Fureimes.
-Tanque es que tú te escondes detrás de mí como nena y yo evito que te toquen -dice Niko.
-Y bueno, sí, pero olvidaste lo más importante, Zopi... nosotros, pequeño Fureimes, te llamas Fureimes ¿no? Nosotros, pequeño Fureimes, somos el clan Mob Powa y vamos a convertirte en una amenaza para este reino.